CELEBRANDO LOS 100 AÑOS DE PEPE LADD
CRÓNICAS CRIOLLAS DE PEPE LADD
Música criolla peruana.
HISTORIA DE LA MÚSICA CRIOLLA PERUANA
martes, 29 de agosto de 2023
LOS 100 AÑOS DE PEPE LADD
jueves, 3 de septiembre de 2020
LOS 100 AÑOS DE CHABUCA GRANDA
LOS 100 AÑOS DE CHABUCA GRANDA
El Perú celebra hoy los 100 años del nacimiento de Chabuca Granda el 3 de Setiembre de 1920 en Cotabambas, Apurímac. Ella y su obra siguen vigentes nacional e internacionalmente. Sólo La Flor de la Canela le hubiera bastado para ser reconocida en todo el mundo, pero su obra fue más vasta.
Los gustos del pueblo peruano son decididamente especiales y la música criolla no es una excepción. Mientras vivió, Chabuca Granda fue una compositora admirada y respetada en el Perú. Sus canciones fueron cantadas por los grandes músicos del momento: La Flor de la Canela por Los Chamas. El Puente de los Suspiros por Los Morochucos, Callecita encendida por Los Troveros Criollos, Fina Estampa por Edith Barr y muchas más.
Como cantante, Chabuca Granda no recibió el reconocimiento debido en el Perú. El pueblo peruano, acostumbrado a las voces femeninas agudas, no la acogió como lo hacía con otras grandes de su época. Su voz era grave, por una operación sufrida durante su juventud.
No tenía la potencia de algunas ni alcanzaba la tonalidad de otras, que cantaban con más flexibilidad y “sabor criollo”. Sin embargo, fue precisamente esa voz grave, por momentos ronca y pausada, la que causó furor ante públicos extranjeros.
Adicionalmente, su cuna aristocrática y sus ideas políticas abiertamente conservadoras y anticomunistas, la alejaron de un determinado sector de la población. Chabuca fue y es aún acusada de cantarle a la Lima colonialista y a valores aristócratas de tiempos opresores.
A pesar de aquel conservadorismo, reflejado en muchas de sus canciones, ella nunca mezcló ideas con personas, ni dejó de aplaudir una buena obra, viniera de quien viniera.
Ella podía oponerse a la dictadura de un Velasco y saludar al mismo tiempo algunas de sus propuestas; también podía ser anticomunista y apreciar y admirar personalmente a un poeta socialista como Javier Heraud, a quien dedicara algunos de sus versos.
Esa es la voz y el estilo, que tan brillantemente el maestro Oscar Avilés supo plasmar en el disco “Dialogando”, grabado por ambas glorias de nuestra música.
Su persona y su arte han sido admirados (en vida) por muchos en el extranjero, especialmente en España, México y Argentina. En éstos y otros países, ella nunca dejó de cantar temas de su repertorio criollo; a pesar de que su voz pudiera haberse prestado para temas más internacionales.
Chabuca Granda quería, ansiaba tener el cariño de su pueblo. Nunca lo manifestó más fehaciente y dramáticamente, que en los días anteriores a su muerte. Chabuca solía decir: “quieranme viva, no me quieran muerta”.
En vida y desde temprano, este cariño lo obtuvo a raudales de públicos internacionales. Los peruanos, aunque tarde, fuimos aprendiendo a quererla y lo seguimos haciendo, a través de sus canciones y de sus recuerdos.
En efecto, a lo largo de su carrera Chabuca obtuvo innumerables premios y galardones. Sin embargo, premios, diplomas y elogios no reemplazaban el calor de su pueblo que ella tanto deseó y que tanto le faltó.
Los homenajes que en vida recibió, tuvieron lugar mayoritariamente en el extranjero. En el extranjero era adorada por su público, no sólo como compositora sino también como cantante.
Poco antes de su definitiva partida, Chabuca mencionó estas frases, que hablan por sí solas: “Presiento que voy a morir…Me iré con la tristeza de saber que mañana, en el Perú que no veré, habrá otros peruanos que sabrán que mientras en el extranjero se conoce y estima a una mujer llamada Chabuca Granda, aquí apenas sí habrá un recuerdo”.
En el Perú los homenajes y tributos a nuestros músicos llegaron y llegan sólo después de su muerte. Es una nauseabunda costumbre nacional, que personajes que deberían ser catalogados como héroes culturales, por su ardua labor a pesar del poco apoyo recibido, son ignorados mientras están aún con nosotros.
Una de las pocas y felices iniciativas oficiales, fue realizada en 1987 por el entonces Presidente del Perú, Alan García Pérez. Bajo gestiones en su gobierno ante la OEA, ésta nombró a Jesús Vásquez, Óscar Aviles, Arturo “Zambo” Cavero, Luis Abanto Morales y Augusto Polo Campos Patrimonio Cultural y Artístico de América.
El ser homenajeados con tal distinción en vida, fue desde entonces un acto inolvidable para ellos y para el Perú entero. Los músicos nombrados tuvieron una suerte, que lamentablemente ya no pudo disfrutar Chabuca. Ella falleció en 1983, cuatro años antes del evento celebrado en la sede de la OEA en Washington.
Ningún diploma, título o galardón pueden reemplazar la alegría de saberse querida por su pueblo. A 100 años de su nacimiento, hoy podemos decir que ese cariño, aunque tarde, ya lo tiene asegurado. ¡Feliz Cumpleaños Chabuca!
Pepe Ladd, 3 de Setiembre del 2020.
Fuente: Blog Viatelevision, 08 de Mayo del 2017 y
Blog Crónicas Criollas de Pepe Ladd. Página Web: http://pepe-ladd.blogspot.com/…/historia-de-la-flor-de-la-canela.html
lunes, 27 de julio de 2020
EL "LOCO" DEL PARQUE KENNEDY
La historia es real y tuvo como protagonista a un caballero enamorado, como gran ausente a su novia y como escenario el Parque Kennedy de Miraflores.
Algunos de nosotros lo hemos visto muchas veces, caminando en la misma esquina del parque frente al Haití, con su clavel en el hojal, elegantemente vestido esperando a la novia que nunca llegaría. Lo llamaban irrespetuosamente “el Loco del Parque”, aunque otros más comprensivos le decían “el Novio del Parque”.
A esta historia real se le agregaron algunos detalles imaginativos, para hacerle un homenaje a uno de los tantos personajes anónimos que han adornado la historia de Lima.
Manuel retornó a la misma hora en la que lo hacía cada tarde. Le dio un beso a su madre, colgó su saco en la percha y procedió a separar la ropa que se iba a poner para su cita diaria de las 6 de la tarde. Buen hijo y soltero empedernido, vestía siempre un impecable terno, un sombrero algo pasado de moda y unos zapatos impecablemente lustrados que el mismo se preocupaba de dejar sin mácula cada mañana y de no ensuciar innecesariamente durante el transcurso del día.
En una época en la que la ciudad entera se despanzurraba al ritmo del mambo y el pueblo perdía la cabeza por tener una foto de Mara la Salvaje, Anacaona y Betty di Roma, él permanecía inmutable a las costumbres en boga y evitaba las fiestas estridentes, los trajes chirriantes y cualquier manifestación mundana de modernidad o mal gusto.
Manuel (El Novio del Parque) |
Había heredado de su padre la tenida clásica en el vestir, la pulcritud de gestos y ademanes, la formalidad como un estilo de vida sereno e imperturbable. De su madre tenía el gesto afable, la palabra justa y un romanticismo rayano con lo espiritual que lo llevaba a perder la mirada cuando evocaba a la dulce Milagros, enamorada de años, novia reciente y futura esposa con quien estaba a punto de formar una nueva familia. Todos los días se veían a la misma hora, en el mismo parque, en la misma banca.
Luego de recibir la rosa especialmente escogida por Manuel en la florería de la calle Berlín daban paseos interminables por el Malecón en busca de la mejor vista del atardecer cuando la niebla invernal lo permitía, charlas animadas que mezclaban recuentos del día transcurrido con impacientes planes para la etapa venidera.
Tomados de la mano caminaban y soñaban, siendo mirados con cierta curiosidad y envidia por los habituales parroquianos de la zona quienes ya sabían del impostergable encuentro vespertino que se celebraba a diario: El muchacho del terno y la flor con la chica de vestido plisado.
Aquella tarde Manuel quería darle una sorpresa a Milagros. Por fin había conseguido una fecha en la iglesia que coincidía con la disponibilidad del sacerdote, con la hora deseada y con el periodo de vacaciones que le darían en el trabajo. Había planeado llevar a pasear a Milagros y luego invitarla a comer a fin de comunicarle en medio de la velada la buena noticia.
Para esto sacó su mejor traje, un terno de lanilla inglesa, que solo usaba en ocasiones especiales como intuía que iba a ser esta. Lo escobilló con dedicación y esmero, le aliso algunos flecos, saco una camisa de lino y se engomino el cabello como cada tarde, pasando el peine una y cien veces por cada hebra que estaba siendo alisada, verificando que todo estuviese en su sitio, perfecto, impecable, como Dios manda, es decir, como siempre.
Se despidió con el mismo beso en la frente de su madre y enrumbó hacia la florería. Escogió dos claveles color tornasol, le pareció que la ocasión ameritaba una flor especial y de inusual belleza. Recorrió los mismos pasos que lo llevarían al encuentro habitual, hasta podía responder, en caso de ser preguntado, cuantos pasos lo separaban de la florería hasta la banca del parque y el tiempo que demoraba en recorrerlos sin prisa pero sin pausa.
Llegó a la hora acostumbrada, cuando una tenue neblina se desparramaba por todo el lugar confirmando la plenitud de un invierno que prometía ser bastante crudo. Sintió un poco de frío y se sentó a esperar a Milagros, al final, eso no le importaba a Manuel, su amor estaba a prueba de estacionalidades, climas, malos tiempos y eventuales retrasos.Poco a poco la niebla fría de la tarde dio lugar a una pertinaz llovizna y a la oscuridad absoluta de la noche.
Milagros no aparecía, era bastante inusual su retraso. A veces se demoraba 5 minutos, una vez demoró diez por entretenerse comprando un presente para Manuel pero nunca habían transcurrido más de 45 minutos sin saber nada de ella. En su organizada y metódica rutina diaria ese lapso de tiempo era una eternidad, sobre todo si ella no aparecía sin razón aparente.
Al cabo de una hora decidió irla a buscar a su casa, una residencia solariega miraflorina que no estaba muy lejos del parque. Tocó la puerta y nadie atendió ni el timbre ni los golpes propinados a la vieja puerta de madera.
Completamente mojado a causa de la llovizna, con los claveles estrujados en un bolsillo del saco y presa de un nerviosismo que lo hacía mover nerviosamente la cabeza de un lado a otro sintió una mano firme que lo sujetó del brazo derecho y una voz gruesa que lo llamó por su nombre:
-“!Manuel, debes acompanarme! Milagritos ha tenido un accidente y está en la clínica”.
Se dejó llevar por el familiar de Milagros, como si fuera un autómata, hacia una clínica cercana. Nada de esto podía ser cierto, debía tratarse de un error, pensaba dentro de sí. Fue conducido a una sala en donde estaban congregados los padres y demás familiares de ella. Todos lloraban, se abrazaban y el seguía sin entender nada.
Pudo escuchar, antes de nublar su vista y su mente, a alguien que le decía que tenía que ser fuerte, que todo había sido muy rápido, que Milagritos no había sufrido, que se entregó inconsciente en los brazos del señor.
Las tardes invernales discurrían apacibles en el parque miraflorino. Niños paseados por comedidas nanas, ancianos conversando con la mirada extraviada en épocas mejores, solo faltaba la pareja de novios que a fuerza de costumbre se habían convertido en una suerte de postal de las tardes de ese parque y que por un designio perverso habían desaparecido de un día para el otro.
Algunas semanas despues, alguien notó que Manuel comenzó a llegar diariamente a la misma hora, a la misma banca, con la rosa en la mano y con la expresión expectante de alguien que espera ansiosamente la llegada de una persona muy querida. Se sentaba, impecablemente vestido, en la banca que había sabido ser albergue de sus cuitas con Milagros y durante 45 minutos exactos murmullaba palabras ininteligibles que nadie podía ni se atrevía a descifrar.
Su expresión era apacible, no dejaba de saludar a los que lo miraban con curiosidad ni de ser amable con las personas que lo reconocían y saludaban por su nombre. Cuando el tiempo se había cumplido, dejaba la rosa en la banca, se acomodaba el sombrero y desandaba sus pasos de regreso a casa, con la misma cadencia y sin ningún apuro especal por apresurar su retorno. Así lo hizo por 30 años más, según refieren los vecinos del lugar, en forma ininterrumpida.
Nadie se atrevía a tocar la rosa que dejaba aunque ninguno supo explicar porque la banca amanecía sin la flor a la mañana siguiente. En el ultimo año se notaba que el deterioro físico de aquella persona anciana era evidente, pero el seguía en forma impertérrita fiel a la costumbre, al atuendo, a la hora y al ritual. Algunos muchachos se burlaban de él, Manuel solo les respondía con una comprensiva sonrisa, tan distante como lastimera.
Quedaban ya pocos testigos de lo sucedido décadas atrás y casi nadie parecía conocer a aquel anciano de sienes plateadas, mirada triste y ternos raídos que aparecía cada tarde llevando una rosa, farfullando frases inaudibles y cargando sobre sus hombros el peso de una nostalgia dolorosa e inacabable en la cual aquel hombre había encontrado una excusa para aferrarse a esta vida.
Una tarde Manuel faltó a la cita y los muchachos se preguntaron en forma displicente que habría pasado con el loco del parque. Al día siguiente tampoco apareció y nunca se supo nada más de él.
Nadie se llegó a enterar que había dejado de ir a la cita diaria del parque para acudir a ese llamado que lo reclamaba y que había estado esperando en forma casi silente y resignada durante más de tres décadas: La oportunidad de darle el encuentro finalmente – y para siempre - a Milagros.
Nota: Esta bella historia fue publicada anteriormente en el Blog El Urbanito, al cual deseo y debo dar todos los créditos. Igualmente complemento la historia con la foto real de un personaje real.
Pepe Ladd, 27 de Julio del 2020.
Fuente: Fotos antiguas del Perú y del Mundo . Facebook, 18 de Julio del 2020.
Fuente principal: Blog El Urbanito. Lima, 13 de Junio del 2006.
Fuente fotográfica: Anita Mesinas (Grupo @Fotos antiguas del Perú y del Mundo. Facebook, 27 de Julio del 2020.
miércoles, 15 de abril de 2020
LOS 100 AÑOS DE FRANCISCO "PANCHO" QUIRÓS
El fue autor del Himno de la Marina Peruana. En cuyo texto se puede comprobar y resumir el cariño del autor hacia Grau, pues resalta poéticamente el valor, el coraje y la caballerosidad del gran Almirante Don Miguel Grau Seminario. Entre sus temas criollos resaltan los valses Caricia, Cabecita loca, Leonor, Mi Sirena, Santa Clotilde, Bandida, El nuevo Gerente, la polka Los Submarinistas, entre otros.
has sido en nuestra flotilla,
paseando tu invicta quilla
trimando en el mar tronante.
lucirás la charretera,
que en tu vida marinera
hay lugar para los dos:
y el marino de alma entera.
Los Troveros Criollos fueron durante muchos años el conjunto predilecto de la Marina de Guerra del Perú. Lucho Garland, Humberto Pejovés y Pepe Ladd amenizaron en innumerables ocasiones sus diversas celebraciones oficiales, llevados por el Oficial Francisco “Pancho” Quirós, admirador y colaborador de Los Troveros Criollos desde sus inicios como dúo en 1952. El dúo Los Troveros Criollos (Jorge Pérez y Lucho Garland) grabó con gran éxito varios de sus temas, entre ellos los valses Leonor, El Buquecito y Cabecita loca.
Fue en la época del trío Los Troveros Criollos, cuando la Marina Peruana les solicitó grabar temas de Francisco Quirós alusivos a la Marina Peruana. Así nació el recordado Himno Criollo a los Submarinistas, hasta hoy cantado por soldados y oficiales. Esta polka tuvo como innovación, el empleo de términos técnicos y marinos como “periscopio”, “inmersión”, “inducción” y otros, en perfecto acorde con la criolla melodía. A pesar del técnico lenguaje, la Polka adquirió gran popularidad. En las radios sonaban textos como éste:
Abranse las Kingstom.
Cierre la inducción,
luego la escotilla.
Habrá evacuación.
Nos gusta navegar debajo de la mar
y sentir que optimista trabaja el corazón.
En nuestra institución todo es cooperación.
¡Viva la Armada nacional que siempre está
lista para la acción!
http://www.lostroveroscriollos.com/video.php?contentID=89
La mutua admiración entre la Marina Peruana y Los Troveros Criollos no terminó con la muerte del marino y compositor. A comienzos de 1990, con motivo del 80. Aniversario de la fundación de la Fuerza de Submarinos del Perú (19 de Agosto de 1911), Los Troveros Criollos fueron invitados a rendir homenaje al gran Pancho Quirós. El disco grabado por Los Troveros Criollos (Lucho Garland, Mario Sánchez y Roberto García Godos) con temas de Francisco Quirós fue financiado por la Marina Peruana y fue empleado principalmente para fines institucionales.
http://www.youtube.com/watch?v=vqzVUp15s3M
En tiempos modernos, la cantautora Olga Milla con deliciosa voz y arreglos muy sutiles grabó el vals Caricia, otra joya de su repertorio.
Francisco Quirós Tafur falleció el 20 de abril de 1975. Hoy a 100 años del aniversario de su nacimiento, lo recuerdo con este artículo en su homenaje.
viernes, 13 de marzo de 2020
EL HEROÍSMO DEL CARRETA JORGE PÉREZ
jueves, 6 de febrero de 2020
CALLAO - ¿LA CAPITAL DE LA SALSA?
CALLAO MONUMENTAL |
miércoles, 24 de abril de 2019
CARTA AL SR. PRESIDENTE ALAN GARCÍA!
Durante su vida, mi padre Pepe Ladd profesó cuatro grandes pasiones: la hermandad del Señor de los Milagros, la música criolla, el Partido Aprista y el Club Universitario. Cuando falleció, el 17 de Mayo del 2008, decidí crear en su honor páginas web en la red, en YouTube y en Facebook para propagar la música de su grupos (Los Chalanes y Los Troveros Criollos) que hasta entonces no existía en las redes.
En el año 2011 decidí también rendir homenaje a mi madre, quien iba a celebrar un significativo cumpleaños. Yo preparaba mi viaje a Lima para las celebraciones y buscaba entre mis archivos documentos y fotos recordatorias. Entre ellas, encontré una foto de mi padre al lado del entonces Presidente de la República, Alan García. La foto no tenía descripción del lugar ni de fecha. Durante los días siguientes fue creciendo en mí la idea de que una foto autografiada de mi padre junto al Presidente sería una agradable sorpresa para ella.
A falta de una dirección exacta, envié la carta al Presidente de la República Sr. Alan García, Palacio de Gobierno, Jirón de la Unión 1 en Lima, Perú. La idea era descabellada, conociendo los miles de problemas que afronta un Presidente durante su gestión y la cantidad de temas prioritarios. Pasaron algunos días y estando ya en Lima, recibí la llamada de su Secretaría. Me pidieron disculpas (¡!) por la demora, pues cada regalo recibido (en referencia al CD) debía ser aprobado por un Consejo de ètica y me comunicaron que mi pedido ya estaba en camino.
Cuando éste llegó, mi madre estaba sola en casa. Le tocaron la puerta vecinos exaltados avisandole que había llegado el auto del Edecán del Presidente. Este se acercó a ella y le extendió a mi madre saludos del Presidente por su cumpleaños y le otorgó esta carta, con la fotografía autografiada y con una bella dedicatoria. Demás está decir, que la alegría de mi madre fue grande y que este acto fue comentado por nuestros vecinos durante muchos días.
Carta del Presidente Presidente Alan García. |
Presidente Alan García y Pepe Ladd
Nunca quise publicar esta historia, porque hubiera podido ser tomada como un acto propagandístico. Sin embargo, como muchos habrán podido notar durante diversos comentarios en el Facebook, la caballerosidad del Presidente Alan García hacia mi madre y a la memoria de mi padre, ganó mi agradecimiento sincero y eterno. Hoy a seis días de su sensible fallecimiento, le reitero este agradecimiento y honro con esta historia póstuma su memoria.
Pepe Ladd, 23 de Abril del 2019.
martes, 4 de septiembre de 2018
CHABUCA GRANDA Y SU VIGENCIA INTERNACIONAL
Chabuca Grande en México |
martes, 10 de julio de 2018
ABELARDO GAMARRA "EL TUNANTE"
miércoles, 13 de junio de 2018
BIOGRAFÍA DE LOS CHOLOS
Los Cholos (Victor Gadea, Manuel Llanos & Miguel Cabrejos) |
Trío Los Cholos |